Hoy queremos
darle mil veces las gracias a nuestra gran querida amiga Elisabeth Espin Cotan,
por darnos la maravillosa oportunidad de vivir la gran experiencia que vivimos
el pasado 21 de febrero en el 9º Festival de Circo Internacional de Albacete.
Vivir desde
dentro ese festival fue algo mágico. El rodearte de grandes artistas de todas
partes del mundo, ver su trabajo en la pista, sus esfuerzos, sus logros y sus
triunfos.
Un pequeño
granito de arena fue nuestra participación, pero una gran recuerdo que quedará
en nosotros.
La recepción
nos esperaba.
La gente que hacía cola en la calle, esperaba
el momento de que se abrieran esas puertas para poder entrar. Pero no sabían lo
que les esperaba.
Las caras se
transformaban en rostros de ilusión, la música llenaba la sala.
La espera se
convertía en sueños… artistas interactuando con ellos, malabaristas que hacían
partícipes a los niños del arte del circo y un zancudo que les daba la
bienvenida a la sala del teatro.
Un buen recibimiento;
como grande eran los espectáculos que les esperaban en el interior del teatro
Circo de Albacete.
El escenario
estaba preparado, los artistas calentando…y el presentador por fin anunciaba
que el espectáculo comenzaba.
Nuestro
momento de actuación había terminado, pero no el de las vivencias.
Tras el telón
los artistas esperaban su turno. Se animaban unos a otros. No había competición
entre ellos, había compañerismo que es lo más bonito que puedes encontrar en
este mundo en el que nos movemos. Los aplausos los unos a los otros, las caras
de alegría al ver los números de los compañeros y un gran respeto.
Solo puedo
deciros que para nosotros fueron momentos mágicos. Poder darles la enhorabuena,
verlos actuar, verlos crecer en la pista y por unas horas formar parte de ellos…
Una
experiencia única que quedará en nuestro recuerdo de por vida.
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