El pasado 22
de julio tuvimos el placer de participar en el desfile de los moros y
cristianos de Orihuela. Concretamente en su capitanía Cristiana.
Nuestro espectáculo “Un día en Orihuela” recorrió el desfile llenando cada rincón de sorpresa. De la alegría al temor en un abrir y cerrar de ojos.
Y es que
como siempre se ha dicho las cosas nunca son lo que parecen.
La música
medieval a cargo de músicos en directo acompañaba a nuestro espectáculo.
Un ambiente
de alegría se respiraba en el comienzo de nuestro espectáculo. El público se
dejaba envolver por la recreación de nuestro pueblo.
Acróbatas de
suelo, malabaristas, hermosas doncellas que bailaban alegres mientras
realizaban las tareas cotidianas del día a día; y tras ellos la guardia del
capitán. Siempre alerta para evitar cualquier tipo de peligro en su pueblo.
Todo era
felicidad pero ... algo ocurrió. La música
dejó de sonar. Las notas alegres se convirtieron en una música de alerta,
lucha... ¿Qué estaba ocurriendo?.
Las huestes
moras estaban entrando a Orihuela.
Casi sin
apenas darse cuenta la alegría del pueblo se había convertido en lucha.
Un
espectáculo innovador repleto de actuaciones diferentes y lleno de sobresaltos
que se vieron reflejadas en las caras del público que nos daban su enhorabuena
con palmas y vítores.