Las calles
de Elda se tiñen de negro para dar vida a su capitanía mora 2.016.
Una historia
donde el amor separa al cadí de su mejor amigo.
Roto de
dolor, el muchacho, asesina al Cadí. Pero lleno de remordimiento y de desamor
sube a la cima de una montaña para quitarse la vida.
Una historia
conmovedora que impregnó las calles de negro. Dando un sentimiento a la capitanía a cada
paso y una elegancia descomunal.
Nuestro
cometido en esta capitanía fueron dos.
Carrozas
artefacte fue el elegido para dar crear la carroza desde la cual nuestro actor
representaría el papel del suicida.
Con la
megafonía, nuestro actor, contaba al pueblo de Elda lo que había sucedido. A
las palabras del Cadí a muerto; asestaba su puñal sobre su cuerpo lanzándose al
vacío.
Tras él;
nuestro segundo espectáculo.
Junto al
Ballet Security Dance y de las manos de la maquilladora Lidia Saavedra, la
muerte quedó plasmada.
Un híbrido,
caracterizado por un zancudo, daba vida a un animal formado por murciélago,
cuervo y araña.
Las
bailarinas, convertidas en espectros, danzaron junto a él a lo largo del
recorrido.
En nuestras
memorias queda grabada esta magnífica capitanía que deslumbró por su
originalidad.
El color
negro, su gran apuesta. Su gran triunfo.