En este espectáculo nos dejamos
envolver por el ambiente árabe. Sus danzas, su música, sus costumbres...
convierten el entorno en algo mágico.
La simbología de la luna nos
representa el romanticismo, la pasión... y nosotros hemos querido rendirle
homenaje en este espectáculo en movimiento.
Músicos en directo nos hacen
adentrarnos en un mundo de magia a través de sus notas. La danza nos acompaña
con sus movimientos sensuales y la acróbata convierte en realidad todos
nuestros sueños.
Un espectáculo que desprende
elegancia a cada paso. Originalidad. Dulzura.
El romanticismo se abre paso de la
mano de nuestro bailarín y nuestra bailarina. Dos enamorados separados por sus
familias pero que se dejan ver en la distancia compartiendo su danza. No
existen las palabras entre ellos, pero sus movimientos expresan el deseo que
sienten el uno por el otro.
La acróbata representa el embrujo de
la luna. Iluminando a nuestros enamorados. No llegarán a estar uno al otro del
lado. Pero las noches iluminadas por el blanco de la luna les harán unirse en
la distancia y amarse una noche más.